¿Quién gana hoy? Mis ganas locas de salir a la calle y gritar tu nombre en la noche fría, o mi orgullo frío que lucha contra esas ganas y ruega por mantener mi imagen digna y en silencio.
Y dentro de mi propia cama doy vueltas y vueltas y no sé que hacer para poder conciliar el sueño en paz, porque mi estómago se mantiene apretado aún, quizá por las promesas incumplidas, quizá por los deseos de no tenerte tan lejos.
Y me la aguanto, porque sé que tú debes estar en otras cosas y me sentiré débil si me dedico a hacer lo que yo pedía que no me hiceran a mi... Es demasiado... es mucho el orgullo, pero tambi´ne son muy grandes las ganas de escuchar tu voz una vez más, detrás de un auricular, medio entrecortado, aunque sean unos minutos, solo saber que sigues vivo, que sigues pensando en mi, a pesar de todo, a pesar de las distracciones variadas que te rodean.Y sé que solo me hace falta levantar el auricular de ese frío telefono y quizá pueda alcanzarte, pero hay algo en mi que me dice, olvidalo, no lo hagas, ten paciencia y hazte valer por lo que dices ser. Creete tu mismo que puedes ser tú y solo tú, sin necesidad de nada más, sin necesidad de nadie más...
Me aguanto con paciencia, y me oculto entre las sábanas de mi cama, tratando de dejar de dar vueltas pensando que quizás hoy, solo se te olvido buscar mi número en la pantalla de tu celular...