Friday, December 31, 2010

FELIZ AÑO NUEVO

Otro año que se va y yo vuelvo a encontrarme aquí, sentada, como tantas veces, frente a una pantalla, intentando hacer un balance de aquellas cosas que fueron bien y de aquellas que no fueron tanto...
Ha sido un año de terremotos y réplicas, de accidentes, de malas caras, de tristezas, de descpeciones; pero también ha sido un año de desafíos, de alegrías, de aprendizajes, de sorpresas, de cierres de ciclo...
Nada es hoy como era a principio del año que dejamos atrás, la gente que está a mi alrededor ha cambiado, hay caras nuevas, nuevas experiencias. Perdí personas valiosas, otras tantas tomaron la decisión de partir sin mirar atrás. Pero también conseguí nuevos nortes, descubrí personas que no había visto, que estaban ahí, en alguna parte y que me sorprendieron de más de alguna manera.
Fue un año dificil, fue un año del que pensé que no saldría viva, fue un año que odie con toda mi alma y que hoy, que ya quedó atrás, me doy cuenta que de no haber sido como fue no habría conseguido todos los aprendizajes que conseguí.
Dios se encargó de enseñarnos todo aquello que habíamos dejado pendiente, se encargó de recalcar nuestros errores, esos que queríamos ignorar, esos que intentamos esconder bajo un iluso status quo que no nos llevaba a ningún lado. Fue un remezón duro, fueron pruebas dificiles de superar, dolores grandes, fracasos inmensos; pero en su sabiduría también dió luces de esperanza, me hizo encontrar y reencontrar lucecitas que guiaron mi camino, conocí y reconocí a personas muy valiosas que se encargaron de no dejarme caer, que me dieron razón para seguir adelante, que me hicieron creer que si valía la pena el esfuerzo, que, aún cuando todo parecía negro al final del camino si estaba el sol, que hacía falta atravesar el tunel para poder llegar al otro lado.
Dios es sabio y mientras más dificil fue este año más me convenció que su poder es más grande que cualquier pensamiento y esfuerzo humano, que sin ÉL no somos nada, que ÉL tiene todo perfectamente planeado, que no hay una brizna de polvo que vuele en el aire sin que ÉL lo haya decidido, que el nos entrega las herramientas, que nos arma todos los días un poquito más, pero que nunca nos entrega una carga más pesada de lo que podemos cargar. Y si a veces la sentimos imposible de llevar, es porque buscamos nuestras propias fuerzas y no confiamos en que ÉL carga con nuestra cruz, que pone en nuestro camino personas que son su instrumento y que nosotros también somos parte de su plan, que debemos dejarnos guiar, dejar que él tome las decisiones, entregarle nuestro banco y ser capaces de confiar, de abrir los ojos y confiar en que ÉL tomará las mejores decisiones, que ÉL no busca más que nuestra felicidad.
Este año dejó aprendizaje, mucho aprendizaje que hirió y tardó en cicatrizar, pero el más grande sin duda fue que debemos permitir que ÉL cincele nuestra persona, que nos ama y que solo ÉL será capaz de hacernos ser lo que debemos ser...

Saturday, December 18, 2010

Sin saber absolutamente nada, sin estar segura de absolutamente nada, me embarqué en un viaje incierto, en un barco que navega sin brújula y sin mapa... El capitán no ha fijado la ruta al salir del puerto, solo se ha puesto a navegar y a intentar sortear la oscuridad con pequeños destellos de luz de luna que surgen de entre las nubes de una tormenta que amenaza con hundir la embarcación cualquier momento.
Sin saber absolutamente nada, me dejé embarcar en este barco, sin conocer al capitán ni a la tripulación, confiada en que en el mar encontraría más que lo que habia encontrado en tierra. Subí con demasiado equipaje, sin embargo, nunca supe que fue lo que empaque... He debido pedir ayuda para subir... la tripulación no ha mostrado cansancio en la carga, pero han debido, cambiar el equipaje constantemente de lugar...
Se cansarán de cargarlo y querrán tirarlo por la borda, yo lo sé... y no sé si quiero que lo lancen al mar... Quizá decida bajar en el camino, quizá haya equipaje que yo misma sacaré del barco, pero ¿Y si no? y si no puedo aceptar que lo lancen por la borda? Deberé saltar yo también? Y si no consigo nadar?
El barco que he tomado, no sé si llegará a buen puerto, o acabará dejandome en medio del mar, sin agua, sin comida y con la conciencia sucia por haber hundido una embarcación inocente por mi exceso de equipaje...